6 cosas a entender sobre los gatos

Índice de contenido

1 – El gato no es un animal familiar

Depredador solitario, el gato no es verdaderamente un animal familiar, nos enseña Bertrand Diputado, sino un animal domesticado. Oportunista, apoya la existencia de otro ser vivo (incluido el hombre) solo si halla interés en .

Por ende, no está verdaderamente apegado a su amo como puede ser un perro. Humano es más que nada para «útil» puesto que le trae todo cuanto busca: calidez, tranquilidad, comida y familiaridad.

2 – El gato no posee profesor

Además de esto, el gato no posee profesor. El es tu profesor. En contraste al perro, el gato no espera a que alguien pregunte o prohíba cosas. No está aguardando complacerte. Por contra, espera que USTED lo complazca. Por consiguiente, es mucho más bien quien te enseña de qué forma comportarte con , y no del revés.

3 – El gato no posee función

En contraste al perro, el gato no fue elegido por el hombre para un propósito concreto. Si las 343 razas de perros fueron diseñadas según el deseo de asignarles una función (perro de caza, perro mascota, perro guardián) …), los gatos no tienen uno. Hay 72 razas de gatos en la actualidad.

4 – Matar es un idioma

Meowing es una vocalización singularmente encargada de los humanos. Es su forma de estar comunicado con . En verdad, los gatos entre no maullan. Es solo en el momento en que se dirige a un humano que el gato maúlla.

Asimismo diferenciamos numerosos géneros de maullidos, según lo que el gato quiere realizar comprender: el maullido que afirma comer, el del gato que procura ingresar en una habitación que está clausurada, lo que es un signo de agresividad, etcétera. .

5 – El juego y las caricias son en el momento en que desea

La mayor parte de los gatos aprecian las caricias, pero solo en el momento en que deciden por sí solos . Y en el momento en que el gato crea que lo has acariciado lo bastante, ten precaución con el arañazo ! Como lo va a haber comprendido, es Señor quien escoge… Y para el juego, lo precisa.

Por norma general, el gato no va a recoger la pelota en el momento en que se la arroje. Pero eso no quiere decir que no deba jugar. Por contra, los gatos, singularmente desde adentro, han de ser estimulados para no aburrirse y desarrollar hábitos no amigables.

6 – El gato es antiestrés

Ya que el gato solo nos «acepta» por interés, uno podría meditar que es inútil para . No obstante, por indiferente que sea, el gato verdaderamente nos trae bastante. Su pura presencia es relajante, reconfortante. El gato es un vector de tranquilidad, tranquilidad. Y su ronroneo …

Qué exitación escucharlo !