Los conejos son excelentes mascotas y generalmente les gusta ser mascotas mientras se acurrucan en el suelo de manera segura. Sin embargo, si quieres que se sienten en tus piarnas, muchos conejos protestarán.
No se sentirán seguros en ninguna situación en la que sea fácil quedar atrapado. Para convencer al conejo de que se siente en tu regazo, debes hacer algo valioso y brindarle muchas experiencias positivas.
La mayoría de los conejos no elegirán sentarse en tu regazo sin que se les enseñe cómo hacerlo, pero se puede usar una técnica de cebo simple para entrenarlos con la comida que mas les guste. A algunos conejos les gustará subir y bajar al regazo, mientras que a otros les gustará subir y bajar rápidamente.
He usado esta técnica con mis conejos en casa, así como con otros conejos de amigos. Después de enseñar a los conejos a ser amigables con las personas, este es a menudo el primer truco que enseño porque me gusta que mi conejo se siente felizmente en mi regazo. Puedes usar esta técnica para entrenar a tus propios conejos en casa para que sean un adorable conejito.
Que esperar del entrenamiento de ida y vuelta
Puedes entrenar a tu conejo para que se suba a tu regazo, pero no es bastante más difícil entrenarlo para que se quede. No todos los conejos querrán sentarse en tus piernas durante largos períodos de tiempo. Todo depende de la personalidad de tu conejo. Si es el tipo de conejo que estaría feliz de tumbarse y ser buena mascota durante horas, es probable que también disfrute sentarse en tu regazo. Sin embargo, si tienden a ser más activos y prefieren mantenerse solos, es posible que su conejo no esté dispuesto a permanecer en tu regazo durante mucho tiempo.
También está la cuestión de la ubicación. Si bien me resulta más fácil entrenar a un conejo para que se suba a mi regazo cuando estoy sentado a su nivel en el suelo, es más probable que quiera hacerlo.
Quiero que mi conejo esté conmigo si estoy sentado en una silla o sofá.
Si quieres que tu conejo se suba al sofá y se siente en tu regazo, recomiendo entrenar en dos fases. Primero en el suelo, para que tu conejo se acostumbre a saltar a tu regazo. Luego en el sofá para que se acostumbren a saltar a la superficie más alta.
¿Qué conejos son más difíciles de entrenar?
Como regla general, los conejos muy grandes y los conejos jóvenes son más difíciles de entrenar para que se siente en tus piernas. Los conejos muy grandes son simplemente más difíciles de atraer a tu regazo. Es posible que puedan pasar a lo largo de tu regazo sin siquiera saltar, por lo que pasar el paso dos puede requerir algo de paciencia.
Los conejos jóvenes son simplemente más activos y tienen una capacidad de atención más corta. Es posible que pueda entrenarlos para que se suban a tu regazo, pero no esperaría que se quedaran hasta que tengan al menos uno o dos años.
Premios para empezar a entrenar a tu conejo
Para entrenar a tu conejo para que se suba a tu regazo, querrás tener algunas golosinas que les gusten a ellos. ¡Estas son golosinas que a tu conejo le encantarán! Las usarás para atraer a tu conejo y llevarlo a donde quieras que vaya. Los trozos frescos o secos de plátano, zanahoria o fresa suelen ser buenas opciones para los conejos, pero todo depende de lo que más le guste a tu conejo.
También debes asegurarte de cortar estos premios en trozos pequeños. Las golosinas azucaradas excesivas pueden ser perjudiciales para el sistema digestivo del conejo, por lo que no más de 1 a 2 cucharadas soperas por día. Esto significa que si quieres trabajar más con tu conejo, quizás incluso poniéndolo en tus piernas el primer día de entrenamiento, entonces necesitarás usar el premio favorito de tu conejo.
Paso uno: patas delanteras hacia arriba
El primer paso es acostumbrar a tu conejo a acercarse a ti y realizar pequeños comportamientos de confianza para que se haga a la situación. Solo colócalo en sus piernas y pídele que ponga sus patas delanteras en tus piernas. Muchos conejos harán esto de forma natural, pero algunos conejos necesitarán un poco de tentación.
Para atraer a tu conejo, toma un trozo de golosina frente a su nariz y atráelo hacia ti hasta que las patas estén en tus piernas. Cuando su pata toque tu pierna, alimenta al conejo de inmediato. Cuanto más tiempo lo practiques, antes se dará cuenta de por qué tiene que tocar tus piernas y podrás repetir el procemo más veces seguidas.
Paso dos: estírate sobre tu regazo
Ahora que has conseguido atraer a tu conejo y ya pone sus patas delanteras en tus piernas, es hora de comenzar con el paso dos. Por lo general, no te llevará mucho tiempo llegar a este paso porque la mayoría de los conejos ya están muy motivados por los premios y están acostumbrados a tocar tus piernas.
Para el paso dos, atraerás a tu conejo para que se mueba por todo tu regazo. La mayoría de los conejos dudarán en dar el salto con las patas traseras. Lo que intentarán será estirarse lo más que puedan cuando los lleves a tu regazo con el premio.
Debes hacer que se estiren un poco al principio antes de darles el premio. Luego, intenta que vayan más y más lejos poco a poco. Esto le hará ver a tu conejo que no estás tratando de engañarlo, siempre obtendrá su deliciosa golosina, pero tendrá que alcanzarla para conseguirla.
COn este método se le enseñará lentamente a confiar en estar en tu regazo. A pesar de que se sienten seguros al mantener los pies traseros en el suelo, también aprenderán que no ocurre nada malo mientras se estiran sobre tus piernas.
Paso tres: subir a tu regazo
Cuando tu conejo llega más y más lejos a tu objetivo, debes comenzar a mantener el premio un poco fuera de su alcance para que se vean obligados a saltar a tu regazo para conseguir la golosina. Si tu conejo se da por vencido y se va sin saltar a tu regazo, entonces debes volver y dedicar más tiempo al segundo paso.
Con el tiempo, a medida que tu conejo se estire, se desesperará lo suficiente como para que la golosina decida subirse a tu regazo todo el tiempo. Cuando esto suceda, querrás darles su premio de inmediato. De esta manera, aprenderán por qué les está dando.
En la mayoría de los casos, el conejo saltará de tu regazo inmediatamente después de esto. Aprovecha la oportunidad de volver a atraer a tu conejo hasta que salte a por el premio. Con esta repetición, tu conejo eventualmente aprenderá que saltar en tu regazo le dará un premio.
Es importante recordar que una vez que tu conejo esté en tu regazo, nunca debes sujetarlo ni atraparlo allí. Así lo que conseguirás es que tu conejo nunca salte de nuevo a tu regazo. Comenzarán a creer que acercarse tanto es peligroso y evitarán los acercamientos para no ser atrapados. Si tu conejo quiere irse, debes dejar que se vaya para que aprenda a confiar en ti.
Paso cuatro: calmar a tu conejo con caricias
Si quieres que tu conejo se convierta poco a poco en un conejo empalagoso, tendrás que enseñarle a calmarse una vez que se suba a tus piernas. Los premios que usas para atraer a tus conejos y entrenarlos para que se suban a tu regazo los emocionan, por lo que no querrán quedarse en un solo lugar. Para enseñarles a calmarse, tendrás que acariciarlos en el momento preciso.
Las caricias son la forma más fácil de calmar a un conejo. A la mayoría de los conejos les encanta. Eventualmente, las caricias pueden convertirse en su propia recompensa para su conejo. Les encantará subirse a tu regazo para recibir ese encantador masaje.
Como mencioné anteriormente, no todas las personalidades de los conejos estarán dispuestas a sentarse en tu regazo. Si tu conejo decide que no quiere ser un conejo faldero, está bien y debes respetar sus límites. Recíbelos con golosinas y caricias si se suben a tu regazo, pero no los obligues a quedarse.
Algunos conejos tampoco estarán dispuestos a quedarse en su regazo cuando esté sentado en el piso, pero puede intentar atraerlos para que se sienten en su regazo en una silla o sofá para ver si quieren sentarse con un rato en uno de los estos lugares.
Enseña a tu conejo a sentarse contigo en el sofá
Enseñar a tu conejo a sentarse en su regazo en el sofá es generalmente la misma técnica que usarías para conseguirlo en el suelo, pero primero debes atraerlos hacia la superficie más alta. Para los conejos pequeños o para aquellos que no están dispuestos a saltar hasta el sofá, una buena idea es usar un taburete intermedio para darle a tu conejo un acceso fácil al sofá.
De la misma manera que diste pequeños pasos en el suelo, querrás hacerlo con calma cuando atraigas a t al sofáu conejo. Primero dale la golosina cuando pongan sus patas delanteras en el sofá o en el taburete. Luego, haz que se estiren cada vez más hasta que se vean obligados a saltar al sofá.
Una vez que estén en el sofá, por lo general te resultará tan difícil atraer a tu conejo a tu regazo, ya que lo has estado entrenado en el suelo. Automáticamente podrás hacer que entiendan que si suben obtendrán su recompensa.
Luego, una vez que tu conejo esté en tu regazo, comienza a acariciarlo y verás qué sucede. Esto aun dependerá de la personalidad de tu conejo, pero muchos conejos estarán felices de sentarse en tu regazo y dejar que les des un masajito. Algunos incluso se quedarán dormidos por completo.
Si tu conejo no es de los que se quedan en tu regazo, es posible que estén dispuestos a sentarse junto a ti en el sofá. Puedes ver con qué se siente más cómodo su conejo y luego ayudarlo a relajarse y disfrutar de la experiencia para que quiera volver a por su sesión de masaje en otro momento.
