¿Mi perro o gato puede reconocerme?

En verdad, es simple ver de qué manera un animal que pasó tiempo contigo hace bastante tiempo te recuerda bien.

No obstante, hay ocasiones en las que el animal no semeja reconocernos : o sea especialmente cierto con el gato, que de manera frecuente nos mira con enormes ojos sorprendidos en el momento en que se le llama, antes de tomar la dirección opuesta.

¿Nos reconoce en ese instante?  ¿Qué nos siente el animal y de qué forma nos recuerda?

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La percepción de todo el mundo y la gente por los animales

Este es un tema extendido, puesto que todavía nos encontramos entendiendo de qué manera el animal siente y detalla el planeta. Por el momento, comprendemos de qué forma marchan los sentidos, una suerte de canal de percepción a través del que describimos el planeta de determinada forma: fragancias, imágenes, sonidos, experiencias.

En este momento, los animales, como los humanos, al nacer, no tienen la posibilidad de explotar al límite sus sentidos: precisan estudiar. Examinar su ambiente pertence a las primeras cosas que hacen los recién nacidos. aprenden a distinguir elementos y sus especificaciones (color, forma, fragancia, peso, rigidez, etcétera.).

Y en medio de estos elementos, indudablemente, el animal se codeará con algo vivo: primero, su madre y sus hermanos, pero entonces descubrirá otras criaturas (humanos, otros integrantes de su clase, otros animales) …). El animal entonces aprende, aproximadamente velozmente, a admitir los de su clase y, si es requisito, las otras especies que lo cubren. Entonces aprendió en a distinguir individuos entre sí .

Impregnación o reconocimiento de su clase

Hoy en día, tenemos la posibilidad de decir con seguridad que la mayor parte de los animales hacen esta distinción. Por otra parte, hay una extensa pluralidad de procesos para conseguir este reconocimiento: visual, sonoro, olfativo … cada clase tiene sus criterios de reconocimiento.

Los perros y los gatos de manera frecuente se fundamentan en el fragancia y el oído, siendo la visión por su mejor sentido.

Konrad Lorenz fue el primer etólogo en detallar este fenómeno en 1935, haciendo un trabajo en gansos. El día de hoy hemos probado que hay etapas distintas, que no son innatas (el animal no nace sabiendo lo que es). Estos pasos cambian extensamente de una clase a otra.

Cuando se ha conseguido este estudio, el animal puede tomar hábitos muy dispares entre su clase y otro: por poner un ejemplo, solo dirige el accionar sexual hacia los integrantes de su clase.

En ocasiones la diferencia es mucho más sutil: se demostró que los perros apalean aproximadamente la cola izquierda o derecha en dependencia del sujeto en frente de , humano o perro. Esta reacción probablemente inconsciente del perro exhibe que no actúa del mismo modo, en frente de un perro o en frente de otra cosa.

Asimismo tenga presente que el animal no posee el término de individualidad, y menos aún de una clase: no aprende qué es tal y como si estuviese reconocido en la enorme enciclopedia de la vida. Termina de estudiar en para advertir diferencias entre las cosas que halló y reaccionar apropiadamente a .

No obstante, una clase como el perro, amaestrada a lo largo de prácticamente diez,000 años, ha conseguido en su accionar natural la aptitud de admitir a los humanos mucho más de manera fácil.

De qué manera tu animal te reconoce particularmente ?

En consecuencia, tu animal te reconoce como humano. Pero, ¿de qué forma te reconoce particularmente? Pues si nuestro entendimiento emplea una sección importante de su actividad para el reconocimiento de caras, nada garantiza que el perro tenga estas habilidades.

De todos modos, es muy posible que el animal se base en otros criterios , como el fragancia o el sonido de la voz.

La visión es en verdad nuestro primordial concepto, pero este no es la situación de nuestros animales familiares. El perro se las arregla (y de nuevo, es dependiente bastante de las razas), pero el gato es malo con su visión.

En verdad, tiene bastantes receptores de luz en la retina, con lo que está obligado el día de a conocer mediante una rendija muy fina (su alumno) para no cegarse.

Sí, decir que un gato tiene una mejor visión que somos falsos ! Al final medianamente: esto es verdad durante la noche, pues el gato siente mejor las bajas magnitudes de luz. Pero de día, un gato ve mal, de forma vaga y a corta distancia.

Siente bien los movimientos, lo que lo transforma en un óptimo cazador listo para saltar sobre lo que se desplaza en frente de . Pero alén de eso, su visión cayó muy velozmente : un gato puede no reconocerte diez metros solo a la visión.

Por ende, no es la opinión el concepto mucho más útil para reconocernos, sino más bien los otros sentidos, oír y olisquear primero . Los sonidos tienen la posibilidad de ser útiles desde la distancia: el animal de forma frecuente aprende a admitir los sonidos que le son familiares.

Voz de los humanos que frecuenta, ruidos desde las puertas o el coche familiar, pasos en la entrada: todos estos medios son probablemente efectivos para reconocerlo, hasta el punto de que con frecuencia charlamos mal sobre el sexto sentido para charlar sobre «buena audición», o buen sentido del olfato.

Entonces, De ahí que si conoces a tu gato en la calle, de manera frecuente debes tomar una voz apacible y aproximarte de manera lenta para no asustarlo : te va a reconocer por voz gradualmente , y solo va a tener confirmación de que eres en el momento en que huele tu mano.

Como el gato por norma general es bastante sospechoso y miedoso en la calle, si te aproximas bastante de repente, huirá antes de identificarte precisamente !

Si puede reconocerme, ¿por qué razón me ignora?

Por ende, el animal lo reconoce usando ciertas señales a las que se ha habituado viviendo cerca de . Después, no es pues el animal te reconozca que actuará según con lo que esperas (en general, ven a verte). No es extraño ver al gato o al perro, en un contexto de juego, por servirnos de un ejemplo, mirándote con aire confuso, antes de despegar !

Entonces tienes que tener precaución de no confundir visto que el animal te identifica, y la reacción que va a tener . Este es especialmente la situacion en un contexto que mucho más bien queremos eludir: el temor.

En verdad, un animal con temor / pavor no en todos los casos tiene una reacción de forma congruente, y el hecho de reconocerlo en general no basta para sosegarlo. Por consiguiente, puede accionar tal y como si no te conociese, en ocasiones con reacciones beligerantes, particularmente por sorpresa.

O sea especialmente cierto con el gato. El perro tenderá a escapar hacia ti, identificarte es útil. Pero para el gato, La reacción al temor es diferente: se congela hastaUn estímulo desata una fuga despiadado y da igual si ahora lo tienes en tus brazos en ese instante, actuará tal y como si estuviese solo en el planeta, en un pavor corto y también profundo.

La empatía en este género de situación es ciertamente inútil: el animal te identifica como el humano con el que se codea, quién lo nutre y con quien comparte buenos tiempos , pero en ningún caso puede verte como un asegurador con la capacidad de sosegarlo. Esto requeriría que logre concebir el término de riesgo abstracto y entender su intención, que es bastante complicada.

Por otra parte, va a poder reaccionar por mímica: en vez de sosegarlo, si te alivias tomando una actitud distendida hacia lo que lo atemoriza , el animal se calmará copiándote. Este procedimiento marcha realmente bien con el perro.

En consecuencia, el animal que se codea contigo y te nutre, ha aprendido a reconocerte a lo largo de bastante tiempo, de una forma que por último caracteriza a tu pareja de hombres / animales. Mientras que tu relación sea efectiva para , va a tener presente estos instantes y te va a reconocer bastante después, aun si te alejas de por un tiempo.