Cuándo lavar a tu perro ?

Tu perro se rasca o se ensucia ? Peor que eso, lo sientes incluso antes de verlo ? Puede ser hora de que pienses en hacerlo bañarse …

Sabes, lavar a un perro no es ciencia espacial. Aunque algunos de ellos pueden no estar dispuestos a disfrutar de las alegrías de la preparación del hogar, no hay nada de qué preocuparse: con un poco de buena voluntad, paciencia, mucha dulzura y grasa en el codo, todo es posible. De hecho, hay algunos trucos para hacer de este momento a veces molesto algo tan agradable para ti como para ellos.

Estos consejos ? Lávalos solo cuando los tengan Realmente necesito para no dañar su epidermis, de hecho deben sentirse fuertes, ensuciarse o lastimarse ; utilizar productos adaptados a su piel, a su raza y edad ; Mantenga el agua tibia ; evita que el champú entre en sus ojos y oídos ; cepíllelos bien antes de humedecerlos para eliminar la mayor cantidad de cabello muerto y sucio posible ; acostumbrarlos al agua desde una edad temprana.

A qué edad dar el primer baño a su cachorro ?

Pero quién dice «más joven» tampoco significa ninguna edad. De hecho, no es aconsejable lavar a su perro antes de que haya alcanzado la edad de dos meses . Por qué ? Simplemente porque es cuando su llamado cabello «final» comienza a aparecer. No es necesario lavar a tu bebé lana así …

El espacio ideal entre cada baño

Una vez que se hayan alcanzado los dos meses, puede lavar a sus perros sin preocuparse. Pero tampoco con demasiada frecuencia: dado en exceso (una vez a la semana, por ejemplo), los baños eliminan la capa de sebo que protege la piel de sus compañeros de todas las posibles agresiones externas. Es por eso que los especialistas recomiendan lavar cada dos meses.

Sin embargo, debemos tener en cuenta su raza y su forma de vida: un caniche de pelo rizado necesita más baños que un Pastor Alemán de cabello liso que a veces puede ser suficiente.

El método para limpiar a su perro

Una buena preparación siempre comienza con un cepillado en buen estado . Luego, solo tendrá que humedecer a su compañero con agua tibia, evitando que el agua y el champú se infiltran en sus ojos y oídos.

También recuerde lavarlo con un producto adecuado para su especie, raza y la necesidad de su epidermis. Sobre todo, no olvide enjuagar todo con agua limpia una vez que el «champú» esté terminado. Cuando se trata de secar, una toalla seca suave y cálida hará el truco.